#13 - Cuando la vida te saca del juego… vuelve a entrar
Vuelve KM226. Vuelve el podcast. Vuelven mis historias.
Han pasado tres meses desde la última vez que nos encontramos en Kilómetro 226. No fue planeado, pero la vida tiene esa capacidad de sorprendernos y ponernos en nuevas líneas de salida sin previo aviso. En el episodio 77 retomo el podcast y te cuento mis retos para este 2025:
Antes de empezar quiero dar la bienvenida a los más de 50 nuevos suscriptores: ¡Gracias! Es un orgullo saber que todavía hay gente interesada en historias de resistencia y deporte
En estos 3 meses han pasado muchas cosas. Quizás la más grande de todas: he sido padre. Y si algo he aprendido en estos meses es que la perfección es un espejismo, y que, a veces, la única forma de avanzar es aceptar que nada será como lo imaginabas.
El problema es que cuando pausas algo, volver a arrancar cuesta el doble.
¿Te ha pasado? Dejaste de entrenar una semana y de repente se convierten en tres. Quisiste retomar un proyecto, pero la falta de rutina hizo que cada día fuera más difícil. Perdiste el hábito y te contaste a ti mismo que “ahora no es el momento”.
Pues bien, ese es el ciclo que hay que romper.
Cuando esperas a que todo sea perfecto, nada sucede
A veces nos convencemos de que volveremos cuando todo encaje. Cuando tengamos más tiempo, más energía, más claridad. Pero la realidad es que si esperas a que todo sea perfecto para empezar, nunca empiezas.
Y esto no solo aplica al deporte o al trabajo. Aplica a la vida.
• Si esperas a estar “preparado” para ser padre, no lo serás nunca.
• Si esperas a tener la motivación perfecta para entrenar, no entrenarás nunca.
• Si esperas a que todo esté en su sitio para arrancar un proyecto, no lo harás nunca.
Así que mejor hecho que perfecto. Porque no se trata de hacerlo impecable, se trata de hacerlo. Como este podcast. Como esta newsletter.
Aceptar el camino tal y como viene
En estos meses, además de la paternidad, tengo otro desafío en el horizonte: el Ironman de Copenhague 2025. Un reto que no es solo deportivo, sino personal. Porque entrenar para un Ironman con un bebé en casa es algo que no estaba en mi manual de instrucciones.
Es más difícil. Sí.
Es menos estructurado. También.
¿Es imposible? Para nada.
Y aquí es donde viene la gran lección: hay que aceptar el camino tal y como viene, no como nos gustaría que fuera.
Antes creía que el éxito en el deporte o en la vida era cuestión de seguir un plan perfecto, sin fallos, sin tropiezos. Hoy sé que el éxito es la capacidad de seguir adelante incluso cuando el plan se desmorona.
No importa si el entrenamiento no es ideal. No importa si la rutina cambia. Importa seguir en movimiento.
Los retos no se eligen, se aceptan
Hay una frase que siempre me ha gustado:
“El mejor momento para empezar fue ayer. El segundo mejor momento es hoy.”
Porque la verdad es que nadie te va a dar el permiso perfecto para volver a empezar. Nadie va a organizar tu tiempo para que todo encaje. Nadie va a venir a romper tu inercia por ti.
Eso solo puedes hacerlo tú.
Así que si en algún momento sentiste que habías perdido el ritmo, que ya no estabas en forma, que el trabajo, la familia o las responsabilidades te habían sacado del camino…
Vuelve a entrar.
No esperes a que sea fácil. No esperes a que sea perfecto. Solo hazlo.
Como hice yo al volver a grabar este podcast.
Espero que te guste.
Nos leemos en la próxima.
Adrián Aira | Kilómetro 226
Suscribo cada una de las palabras. 🙌🏻🙌🏻
Abrazos Adri!!!